2.10.06

Puedes encontrarme cerca del final, donde todo empieza

El camino de la vida es un equilibrio delicado, tiende una red de seda indispensable para la estabilidad. A veces se nos fragmenta, y nos quedamos ahí, colgados de una hilo, pero repletos de las gotas del rocío de un nuevo amanecer. Pendientes de un hilo e intentando estirar las manos para tejer de nuevo el fragmento, alcanzar a Penélope, y lanzar al aire la nueva red esperando que caigan en un valle verde y procurando que no nos deje pendientes del cuello.

Y la red se posa en un comienzo con la insonoridad del día y tras su rival la noche, verte a pesar de mí. Con el regalo de tu olor, reposando en mi pecho, acariciando el edén de tu abdomen, mientras me regusto de la esencia de tu aroma, fingiéndome las consecuencias de tu sabor, mientras reinvento la receta del sabor de tu boca y advirtiendo el placer de mis caricias y la paz de tu abrazo.Y casi cerré los ojos cuando te vi sonreírte a través de mi. Hablando de todo y de nada, atropellándonos , arrollándonos, simplemente compartiendo como tantas veces los minutos. Convirtiéndonos en transeúntes interpuestos en la vía de un tren. Un expreso con dos pasajeros dirigiéndose a un destino difuso, escalonado de largas distancias y cortos encuentros en andenes de tránsito. Con las risas espontáneas de una complicidad que no era recién nacida. En mi éxodo sin destino, no sé si abría o cerraba mis ojos. Te miraba de perfil, y tú no hacías más que transmitir sosiego, reír, y contarme anécdotas, perdía el equilibrio, tambaleándome en el alambre, y mi brazo se estiraba por tu cuerpo y tu cuerpo se acercaba, encontrando chispas y miradas en medio de las palabras. A veces eras tú quien cruzaba y a veces era yo quien cruzaba.. Y así, caminando por horas de oasis desiertos, descubrimos que había huelga de cordura, o acaso decidimos convocarla dando la espalda a cualquier indicio de posible esquirol.
Llenamos así, paseando los minutos, acomodamos en el rincón más acogedor, mientras tus ojos, que se cerraban del cansancio, seguían atentos, me dibujaba leyendo en los labios de tus sonrisas y en los brillos de tus miradas. Una noche en que había desertado el sueño. Se llenó poco a poco de la estación de música, de grabados de caricias, de cantos de abrazos, y de electricidad. La noche se maquilló del color de nuestras corazas. Y mientras hablábamos entre susurros, mi mirada se nublaba al sentir tu pelo brotar entre mis dedos. Consentí una inquietud en mi, de pensar si tu boca sabría tan fresca como tu risa, si tendría la intensidad del brillo de tus miradas. Llamé a la quietud que precede a los besos, y asustado aparté tu mirada y omitiste cualquier susurro.Te quedaste allí, rozándome la piel con las yemas de tus dedos. Y regreso la quietud en forma de certero preámbulo. Y esa vez, sin desviar la mirada, caminamos al encuentro de nuestras bocas, fue como vestir el alma, sentirte me inundó de calor.

Me falta tiempo para dibujar los anhelos siguientes, no me sirven ni siquiera mis palabras, ni los gestos, Me falta tiempo, para traducir mi alma delante del fuego ,es una estación quizás poco propicia, es otoño extraño y caluroso, quizás una estación de paso, un apeadero o como dice la song que escucho:

Él quiere enterrar el tiempo,
dentro de un reloj de arena.
Como nunca tiene sueño,
se pasa la noche entera
con su viejo catalejo,
que le acerca a las estrellas.
Fito & Fitipaldis - Como pollo sin cabeza


Quiero disfrutar como niño, repasar y completar con mis dedos las piezas del puzzle de tu cuerpo. Olvidar la cordura y la practicidad.Hoy quizás sienta la urgencia de leer los libros no leídos, el apremio de beberme la vidade recuperar un tiempo donde tú y yo andábamos buscando un despertar diferente.Hoy quizás me sienta Fénix con las alas desplegadas en un futuro que como siempre es incierto y en cambio con los pies posados a un árbol de esperanza.
Hoy cierro mis ojos y tu aroma aun en mi, te siente cerca, tu piel caliente el olor de tus cabellos y la melodía de tu bocaDormir enredado entre tus brazos y escucharte siendo mi arrullo, amanecer y al abrir los ojos, encontrarte, fue edén. Hoy me dejo después de tanto contemplarte y te siento dentro y se que fue maravilloso tenerte.
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Puede que no valga la pena
escribir tan lejos de la poesía
Todas las palabras que te quiero decir
se me rompen enseguida........
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Puedes encontrarme cerca del final

Donde todo empieza
+ Fito & Fitipaldis - Donde todo empieza
 
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